ITERNOVA - Retrospección
Aprovechando ahora que dentro de un par de meses ITERNOVA cumple 12 años, voy a hacer el típico post recordatorio de cosas que he aprendido por el camino, por si le puede ser de utilidad a alguien, y de paso que sirva para que la gente sepa en qué diablos trabajo…
En ITERNOVA desarrollamos software de gestión de infraestructuras (por ejemplo, para gestionar la conservación y explotación de carreteras y autopistas), de instalaciones (por ejemplo, para gestionar museos, granjas, almacenes, naves industriales…) y SmartCities (por ejemplo, para gestionar el mantenimiento del mobiliario urbano, zonas verdes, etcétera…). También integramos dispositivos IoT (Internet de las cosas) e ITS (Intelligent Transportation Systems, como videocámaras, gestión de flotas GPS, estaciones meteorológicas…), a la vez que desarrollamos aplicaciones móviles para gestionar toda la información en campo.
En estos 12 años trabajamos para múltiples clientes en España y en Latinoamérica. Yo paso gran parte de mi tiempo gestionando proyectos y grupos de desarrollo de SmartRoads y SmartFacilities que tenemos en México, a la vez que colaboro en nuestro proyecto Tecnocarreteras.
Después de esta pequeña publicidad para ponernos en contexto, aquí van las cosas que he aprendido durante estos años:
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Hacer que tu negocio sea rentable: Al principio en ITERNOVA no nos dedicábamos al desarrollo de sistemas de gestión de infraestructuras. Nos dedicábamos a desarrollar software para que pequeñas empresas pudieran realizar sus tareas más habituales usando la tecnología (desde software para hacer facturas y albaranes utilizando prehistóricos smartphones hasta portales de comercio electrónico). Esto estaba muy bien al principio, estábamos aprendiendo muchas lecciones como empresa, y aunque la empresa crecía a buen ritmo también crecían los gastos (cada mes hay que pagar nóminas y pagar facturas, y los meses se pasan volando). Si queríamos que ITERNOVA fuera rentable necesitábamos cambiar lo que estábamos haciendo y abrir nuevas vías de negocio.
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Pivotar hasta encontrar tu nicho de mercado: Si algo no funciona, hay que ver opciones realistas y tratar de implementarlas y llevarlas a cabo. En ese momento se nos abrieron varias oportunidades, como la de desarrollar sistemas de gestión de infraestructuras. Este nicho de gestión de infraestructuras nos apasiona debido a su complejidad (hay muchos aspectos a tener en cuenta, muchas problemáticas a las que dar solución, es un reto constante) y la posibilidad de innovar en el desarrollo de soluciones. Y ya llevamos más de 10 años.
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A veces vas a tener que tomar decisiones, aunque no te gusten: Cuando realizamos la pivotación hacia el mundo de la gestión de infraestructuras e instalaciones tuvimos que tomar una decisión difícil: Dejar de realizar desarrollos para la gestión de PYME (teníamos muchos pequeños clientes) para poder centrarnos exclusivamente en los desarrollos de sistemas de gestión de infraestructuras (teníamos poco clientes, pero de mayor tamaño), o continuar con los muchos pequeños clientes dejando un poco de lado desarrollos de mayor envergadura. Es difícil tomar una decisión de este tipo (de golpe íbamos a dejar de ingresar dinero todos los meses de muchos pequeños clientes), pero tras un análisis nos dimos cuenta de que éste era el camino correcto (menos preocupaciones, menos necesidad de atender muchas llamadas todos los días, menos tiempo requerido para gestionar pequeños proyectos que podríamos aprovechar para nuestros proyectos más importantes). No solo nos centramos en lo que es rentable, sino que ganamos mucha salud.
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Rodéate de gente buena, en todos los aspectos: Todos tenemos nuestras cosas (y es bueno tener nuestras cosas, es lo que nos hace diferentes), pero es muy importante que la gente que trabaje a tu lado sea muy buena en todos los sentidos. Vas a pasar muchas horas con ellos, por lo que tiene que haber un muy buen ambiente de trabajo (es lo que hace que vayas a trabajar todos días contento). A la vez, tienen que ser resolutivos y eficientes, ser buenos en su campo de trabajo, porque son los que van a ayudarte a aprender, a ser mejor profesional, a superar pequeños obstáculos, a crear cosas grandes de la nada… Además, deben de tener ganas de hacer cosas y apasionarse por lo que hacen, porque así es mucho más fácil crear, es mucho más fácil contagiar al resto, es mucho más fácil adquirir nuevos conocimientos, es mucho más fácil hacer todo… Asimismo, hay que alejarse de la gente tóxica: Gente con mentalidad negativa, gente capaz de deprimir a los que le rodean, gente que no es capaz de trabajar, gente sin ganas de aprender, gente que crea mal ambiente o que se cree superior al resto, gente que solo busque su bien propio frente al común…
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Aprende, aprende y vuelve a aprender. Y luego no dejes de aprender: Cada vez hay más tecnologías, más información, más complejidad en todo lo que nos rodea… y es muy importante no estarse quieto. Hay que aprender de forma constante y continua, o corremos el riesgo de quedarnos atrás y que luego todo cueste el doble de esfuerzo. Y es complicado, lo sé, porque cada vez hay más información de cualquier tema, muchos avances en múltiples ámbitos, y nuestro tiempo es limitado. Pero ello no quita a tener que seguir aprendiendo todo lo que podamos de todos los campos que podamos (pero centrándonos en nuestra especialidad).
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Enseña, enseña y vuelve a enseñar: Al igual que es necesario aprender, es necesario compartir lo que aprende con los que te rodean (teniendo en cuenta tus limitaciones, claro), porque al enseñar lo que a ti te ha costado mucho esfuerzo y tiempo aprender estás allanando el camino a aprender eso mismo que tú has aprendido a los que te rodean, haciéndoles la vida más fácil.
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Es importante saber valorarse, y hacer que los demás también te valoren en tu justa medida: Nos ha pasado alguna vez, que por hacer un pequeño favor, le das la mano a alguien y te arranca el brazo. Y luego se queja de que no le has dado la otra mano. Tu trabajo y la dificultad inherente que conlleva solo la sabes tú, generalmente no se ve el esfuerzo que hay detras para desarrollar una mínima funcionalidad. Es todo muy fácil en ojos de la persona que no sabe qué hay que hacer. Por eso es necesario saber que tu tiempo y tus recursos tienen un coste, un precio, y si algún cliente no lo sabe valorar lo tiene fácil (hay más peces en el mar, pero puede que no tan sabrosos).
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Hay que aprender a decir no: El punto anterior nos lleva a este. Hay veces que, tras analizar un proyecto, una propuesta, un cliente… conviene decir que no. Alguna vez (sobre todo, en los comienzos de la empresa) no supimos decir que no y nos embarcábamos en proyectos por necesidad (por necesidad de tener ingresos, por no quedar mal con alguna persona…). Estos proyectos, tras analizarlos, o no iban a ser todo lo rentables que podrían ser o nos iban a traer más problemas que alegrías. Con el tiempo se aprende a que decir no puede ser muy beneficioso, ya que te abre nuevas posibilidades, te da un tiempo extra para poder centrarte en otros proyectos o buscar nuevas vías más rentables de obtener ingresos.
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La vida da muchas vueltas: Cuando dices que no hay que tener en cuenta que probablemente la otra parte pueda enfadarse. Hay gente que se enfada por cualquier cosa y actúa de forma imprevisible (es la naturaleza humana / animal). Pero decir que no, si lo dices de forma correcta, puede abrir los ojos a ambas partes, y no solo no te cierra puertas sino que te las puede abrir. Y como la vida da muchas vueltas, no sabes si en el futuro vas a volver a tener que realizar algún proyecto o solicitar ayuda a otros a los que antes has tenido que decir no (o que te han dicho no a alguna de tus solicitudes).
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Hay que dar un buen soporte, una buena atención al cliente: Por esto también es bueno decir que no a veces. Al igual que hay que intentar que todos tus compañeros sean buena gente, hay que trabajar con y para clientes que sean buenos clientes. Esto te obliga a dar un buen soporte, un buen trato, buenas soluciones, tratar de solucionar de forma óptima todos los pequeños bugs que pueden surgir (y que van a surgir).
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Hay que centrarse en lo que haces: Hay que hacer cosas con sentido, con un fin, con unos objetivos marcados. No conviene tratar de abarcar todo lo posible, porque el que mucho abarca poco aprieta. Es decir, conviene centrarse, tener un foco de actuación claro y marcado, y actuar. Si no funciona ese foco, ya lo cambiarás (pero para eso ya tendrás tiempo).
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Emprender es duro: No todo el mundo está hecho para emprender o trabajar por su cuenta. Exige trabajar duro y durante muchas horas, tener que formarte por tu cuenta de forma contínua, tomar decisiones y atenerse a sus consecuencias, tener que renunciar a otras muchas cosas, tener que hacer malabarismos, dormir relativamente peor de lo que te gustaría dormir, tener muchas cosas en la cabeza durante todo el tiempo…
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Utiliza la tecnología, sin que llegue a usarte a ti: En nuestros primeros proyectos en México tuvimos que viajar allí para poner en marcha el proyecto. A los dos meses de ese primer proyecto ambas partes comenzamos a utilizar de forma intensiva las herramientas que Internet nos ofrecen (correos electrónicos, videollamadas, mensajería instantánea, espacio compartido como Dropbox, sistemas de seguimiento de tareas e incidencias, wikis…). Ya no hemos tenido que viajar de nuevo, con el ahorro económico y mental que esto supone para ambas partes. Pero también hay que saber controlar su uso, ya que si tienes un teléfono móvil o un ordenador en casa es como si estás todo el día en la oficina. Hay que saber cuándo y cómo dejar de usar la tecnología para participar en el mundo real.
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Hay que aprender a delegar: En muchas ocasiones puedes tener el pensamiento de ésto mejor lo hago yo, que si no no se va a hacer bien. Sin embargo, hay que aprender a delegar por que el tiempo y los recursos disponibles son finitos. Hay que asumir que a veces las cosas se van a hacer distintas a como tú las harías, lo cual no quiere decir que vayan a hacerse mal (muchas funcionalidades de nuestro sistema se han hecho de forma diferente a como yo las habría planteado, y sin embargo nos ha llevado a nuevas y mejores funcionalidades que en el principio no habíamos contemplado).
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Hay que hacer cosas que te apasionen, y también otras que no te van a apasionar pero que son necesarias: De vez en cuando hay que bajar al barro y hacer el trabajo sucio que nadie más quiere o tiene que hacer. El trabajar es como los deportes de equipo, lo que cuenta es el bien global del grupo, por lo que por muy Messi que seas en tu trabajo, si te toca correr y defender tendrás que correr y defender para que el grupo sea beneficiado. Pero ello no quita que hasta haciendo de vez en cuando las tareas más pesadas no te puedas emocionar si lo que haces, el fin para el que estás trabajando, te apasiona. Y la pasión se contagia generando buen ambiente en el trabajo, lo cual es importantísimo, ya que hace que trabajar sea divertido.
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Ser ordenado es un plus: En este mundo en el que cada vez hay más información y una mayor complejidad en todo, es importante ser mínimamente ordenado. Hemos tenido algún cliente del que hemos pensado que si a este le va muy bien siendo lo desordenado que es, a nosotros no puede irnos mal… El ser ordenado te permite encontrar las cosas rápidamente (perdiendo mucho menos tiempo), crear protocolos que simplifiquen las tareas más pesadas, trabajar de forma mucho más sencilla…
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Documenta, que algo queda: No estamos solos en el mundo, por lo que te va a tocar trabajar codo con codo con otras personas. Todo lo que hagan los demás, e incluso lo que hizo tu yo del pasado, no tienen porqué saberlo el resto de personas de tu grupo de desarrollo. E incluso tu yo del futuro puede que no se acuerde de cómo hiciste las cosas en el pasado, o por qué las hiciste así. Por tanto, imprescindible tener una base de conocimiento actualizada (lo máximo posible) que sea lo más completa posible. Además de recordarte muchas cosas, permite solucionar problemas en el futuro que ya se hayan dado en el pasado (bien a ti o a uno de tus compañeros), de forma mucho más rápida y eficiente. Puede parecer perder el tiempo el tener todo escrito en una wiki, pero a la larga es una de las mejores inversiones que puedes hacer.
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Es muy importante medir lo que haces, para poder comparar y saber qué estás haciendo bien y qué estás haciendo mal: Porque puedes estar haciendo muchas cosas, pero si no sabes cuáles son las cosas que te están dando resultados y cuáles no, estás perdiendo mucho tiempo (y en el fondo, recursos, dinero y salud…). Medir qué estás haciendo y cómo lo estás haciendo te ayuda a tomar decisiones que pueden ser difíciles (por ejemplo, renunciar a un proyecto que no vaya a ser rentable, o crear una nueva funcionalidad para nuestros sistemas de gestión).
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Lo que hagas, hazlo bien y no lo dejes a medias: Vale más hacer poco pero hacerlo bien que tratar de hacer mucho y no terminar de hacer nada, o terminarlo de mala manera. Porque aquello que no terminas te come por dentro sin darte cuenta (tu cabeza estará en muchas más cosas de las que debería, te estresas sin necesidad ya que estamos programados por la naturaleza para que lo que no terminamos lo tengamos todavía presente, hay que cerrar las cosas). Y porque aquello que termines pero lo termines mal, se romperá y tendrás que volver a abrirlo.
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Mens sana in corpore sano: Para poder rendir de forma óptima con la mente hay que cuidarse un poco. Llevo muchos años ya yendo a trabajar a la oficina en bicicleta, y no es un trayecto muy largo (4 Km ida y otros 4 a la vuelta), y no solo llego antes que si viniera en coche o tranvía, sino que además llego mucho más activo y me cunde más la mañana que los días que no vengo en bicicleta.
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Humildad: Una de las frases de autoayuda que me parecen más acertadas es “Es importante saber dónde estás en cada momento”. Alguna vez hemos trabajado con gente que se creían ellos mismos la reencarnación en vida de Bill Gates. Huye de esta gente. A lo largo de estos años he conocido mucha gente, y la que más me ha sorprendido es la gente que hacía poco ruido pero daba muchas nueces. Gente que realmente es un crack en su trabajo, pero no va mirando a los demás por encima del hombro, gente que trata de ayudar, gente que saca su trabajo adelante. Gente que sabe que por mucho que sepa, por muy experto que sea en su campo, siempre le quedará un mundo por aprender, siempre habrá gente que sepa mucho más que él, siempre necesitará la ayuda de otros para mejorar y para poder hacer su trabajo eficientemente.
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Ser agradecido: Casi todo lo que hacemos es gracias a las personas que nos rodean. Por supuesto, tú te tienes que trabajar lo tuyo, te vas a tener que esforzar y renunciar a muchas cosas a lo largo de tu vida, pero ese camino no lo recorres solo. “Es importante saber dónde estás en cada momento”. Tú solo no serías capaz de hacer la décima parte de lo que haces. Por esto, es muy importante estar agradecido a todas aquellas personas que te ayudan día a día, a los que te ayudaron una vez hace mucho tiempo, a todos los que te rodean y hacen cosas para facilitarte la vida y que tus proyectos salgan adelante. Muchas gracias a todos, sin vosotros todo esto no sería posible.
Y a pesar de todo este ladrillo que he escrito, seguro que se me olvidan muchas cosas… pero eso ya lo dejaremos para más adelante…