• 2016

    Como ya hice el año pasado por estas fechas, voy a hacer un resumen de lo que ha sido para mí el año 2016, para ver las desviaciones típicas entre lo planificado / deseado y la realidad. En general, ha sido un año muy divertido en el que menos descansar he hecho de todo: Desde volver a notar el dolor de espalda de ir agachado con Martina gateando / andando / casi correteando, hasta las excursiones con Bruno y su bici nueva metiéndose por todos los charcos / barro posibles, yendo al cine a ver dibujos animados, volviendo a sentirme corredor de nuevo por momentos, creando nuevos proyectos en ITERNOVA y Tecnocarreteras, diciendo adiós al viejo Nissan Almera porque ya no cabíamos dentro todos, yendo a la playa y a la montaña, durmiendo en una tienda de campaña, volviendo a ver a viejos amigos…

    Feliz 2017 y siguientes

    La lista de cosas que tenía pensado hacer este año no era muy larga, pero aún así…

    • Mantener este blog personal:
      • Se puede decir que sí, aunque solo haya escrito un post por mes como mucho.
    • Leer libros:
      • He leído libros, se puede decir que este punto lo he cumplido al 100%… Dos libros realmente (tras leerme Makers en el 2015 sobre impresión en 3D y los nuevos paradigmas de fabricación (la nueva revolución industrial del siglo XXI), me leí otro libro de Chris Anderson (Gratis), y ahora mismo estoy acabando The Nature of Code: Simulating Natural Systems with processing (sobre redes neuronales, machine learning y otras simulaciones).
      • Eso sí, he leído bastantes blogs temáticos a diario, y he escuchado / visto bastantes podcasts y webinarios interesantes de forma frecuente.
      • Creo que cada vez se lee menos en formato largo, y más en formato corto…
    • Programar la Raspberry Pi (para mi proyecto inacabado de Sonda Espacial):
      • El proyecto inacabado sigue inacabado, pero la Raspberry Pi está preparada para enviar datos de posición e imágenes desde el espacio cercano.
      • Eso sí, también hemos creado una consola de juegos con la Raspberry Pi (para poder jugar al Super Mario Bros original con el simulador de Nintendo (NES) o en el de Super Nintendo (SNES) o a Sonic en el de SEGA). Solo hemos necesitado una Raspberry Pi (con sus cables HDMI, cajas y fuentes de alimentación, tarjetas de memoria SD y mandos), y descargarnos el sistema Retropie y las ROM de juegos
    • Aprender desarrollo 3D para imprimir / crear objetos 3D, llegando a crear un objeto físico (probablemente, una caja para la Raspberry Pi en la que se ajusten todas las placas necesarias):
      • He trasteado un poco con alguna plataforma de diseño, pero sin llegar a hacer realmente nada.
      • Al menos han puesto una imprenta 3D al lado de mi casa y al lado de las oficinas de ITERNOVA, y he descubierto que casi todo está ya diseñado en Thingiverse.com
    • Correr, al menos 3-4 veces por semana, haciendo la transición al calzado minimalista, para poder llegar a hacer una media maratón en condiciones:
      • La transición al calzado minimalista iba bien. Ya estaba corriendo (o yendo en bici) 5 días a la semana (calle, monte o gimnasio) incluso 40 minutos seguidos sin dolores musculares de ningún tipo, a buen ritmo (nunca había rodado tan rápido los días que iba a rodar tranquilo), volviendo a estrenar el carro de correr con Martina… hasta que tuve una fractura de estrés (probablemente por pisar en terreno pedregoso demasiado pronto).
      • Casi 3 semanas con muletas, perdiéndome la que habría sido mi novena Behobia San Sebastián, y luego un mes de recuperación tranquila.
      • En cuanto a competir, prácticamente nada (a pesar de las ganas que tengo de correr algo). Al menos, he estado compaginando bici con correr durante todo el año y ha sido divertido (como el día que pinché 3 veces y tras 31 Km con subida a La Plana incluída terminé haciendo una transición de 11 Km corriendo).
    • Fabricarme una bicicleta:
      • Este punto lo hemos cumplido al 100%.
      • La ITERNOVA SmartBike 01 está plenamente funcional y ya habré hecho con ella casi 300 Km (teniendo en cuenta que he estado sin poder usarla los últimos dos meses…).

    Así, voy a hacer la lista para el año 2017. Cada vez me parece que es más corta:

    • Mantener este blog personal
    • Leer libros, escuchar podcasts y participar en webinarios tecnológicos de forma frecuente (en definitiva, para aprender nuevas cosas)
    • Ir en bici y patinar con Bruno y Martina: Esto sé que lo voy a conseguir. Lo que no sé si conseguiré es llegar a casa sin habernos metido por todos los charcos del camino.
    • Terminar al menos uno de los proyectos inacabados
    • Correr / ir en bici, al menos 4 veces por semana: Ya tenemos planificadas algunas carreras, ahora sólo falta entrenar para recuperar sensaciones…

    Y hasta aquí los buenos propósitos. ¡El año que viene más y mejor!

  • Inteligencia Artificial

    Hoy en día hay nuevos avances a todas horas, desde el asombroso coche eléctrico Tesla y todo lo que le rodea en el mundo de la energía eléctrica renovable hasta asombrosos robots más hábiles que muchos humanos, pasando por asombrosos inventos hechos mediante impresoras 3D (desde cacharros, a herramientas, a comida, a partes del cuerpo humano, a vehículos), asombrosos drones voladores para realizar mil tareas diferentes nunca antes imaginadas, asombrosos inventos de Internet de las Cosas (IoT) hasta llegar a la Inteligencia Artificial (AI) o Machine Learning.

    Hombre grita a nube

    La cosa es que mucha gente tiene miedo a los avances, por mil razones diferentes (estúpidas en su mayor parte, porque al final el avance científico / tecnológico siempre es imposible de detener y trae riqueza globalmente). Una de ellas suele ser que las máquinas y los robots nos van a quitar puestos de trabajo, y más cuando se les introduzca Inteligencia Artificial. Y esto es completamente falso: Nunca seremos reemplazados por máquinas o robots inteligentes capaces de aprender a hacer las cosas de forma mucho más eficientes que nosotros. Seremos, si acaso, reemplazados por pequeños scripts que hagan todas nuestras funciones.

    En primer lugar, porque las máquinas nos ayudan a hacer más cosas que seríamos incapaces de realizar por nuestras limitaciones como pequeños seres animales que somos. Nos dan poderes, multiplican nuestras capacidades y nos dan un tiempo extra para que podamos pensar.

    Un robot es capaz de levantar la carrocería de un coche y ponerla encima del chasis con una precisión impensable, mientras que el humano medio es incapaz de subir más de 3 bolsas de la compra sin que le dé una hernia. Una máquina es capaz de enlatar miles de latas de tomate por hora, y sí, eso puede quitar 10 puestos de trabajo, pero lo que no se suele ver es que se necesitan más de 10 puestos de trabajo para crear ese robot, desarrollarlo, mantenerlo y actualizarlo.

    La tecnología crea más trabajo que el que destruye, es una nueva revolución industrial, llena de nuevos caminos y posibilidades. Siempre habrá gente que se queje (hay gente cuyo trabajo y fin en la vida es ese). Es momento de aprender nuevos conocimientos y obtener nuevas habilidades, o seremos reemplazados por un pequeño script que se queje por nosotros.

    Para aprender un poco más sobre esta nueva pequeña gran revolución industrial y social, os recomiendo el libro Makers, sobre el mundo del diseño / desarrollo / impresión / fabricación / producción en 3D.

  • Los métodos de Runge Kutta

    El post de hoy va sobre métodos de aprendizaje, y lo fácil que resulta aprender cosas cuando se cuentan bien, con pasión, con ejemplos prácticos, y con chistes tontos que sirven de reglas mnemotécnicas. Luego no te acordarás de lo que aprendiste, pero sí del chiste tonto (el cerebro humano es así de maravilloso, olvida lo importante para recordar estupideces). El recordar esas anécdotas o chistes tontos permitirán, si así lo deseas, tirar del hilo para recordar el tema principal e importante.

    Y es que para enseñar lo que se sabe, es mucho mejor hacerlo con ejemplos que sean de interés del receptor. Esto me lo ha recordado el siguiente cómic:

    Einstein - La bomba atómica

    La gente que está atendiendo una explicación, como ya hemos comentado, se centra más en lo que le llama la atención. Por lo tanto, si queremos transmitir un conocimiento, hay que intentar que lo que contemos no despiste al receptor con información que a él le resulte más atractiva.

    Por ejemplo, en mi caso me di cuenta de lo mal que se enseñan las materias aburridas en la Universidad, cuando en la asignatura de cálculo (o alguna similar), nuestra profesora nos explicó los Métodos de Runge Kutta. Estos métodos / algoritmos iterativos se utilizan en análisis numérico que permiten obtener de manera aproximada soluciones de ecuaciones diferenciales ordinarias.

    Solo con leer este párrafo anterior ya te habrá dado pereza, así que hay que imaginar el hastío que nos dio para la gran mayoría de humanos que estábamos presentes en dicha clase.

    Pues bien, años después compré un libro de Wernher von Braun: The Mars Project (podéis comprarlo en Amazon si os interesa saber más).

    En este libro, el ingeniero de la NASA que consiguió con sus cohetes llevar al hombre a la Luna, explica en el año 1953 (16 años antes de llegar a nuestro satélite) todo lo necesario para realizar un viaje a Marte, y cómo éste era posible con la tecnología actual de su época (sólo necesitaban tiempo y dinero, porque el objetivo principal de Wernher von Braun no era la Luna, sino Marte…).

    Es un libro bastante interesante, ya que habla del número de naves que se requeriría para llegar a Marte (no hay que enviar una única nave, sino varias, al igual que Cristobal Colón utilizó la Niña, la Pinta y la Santa María…), el coste económico y material que supondría, los cálculos del viaje de ida/vuelta y la estancia (trayectorias y duración), etcétera…

    Para demostrar que todos estos datos que se ofrecen en el libro son válidos, Wernher von Braun incluye un gran número de cálculos matemáticos, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos se realizan de forma manual con lápiz y papel (en el año 1953 no tenían ordenadores en cada casa…).

    Mientras leía los diferentes apartados, cuando llegaba a estos cálculos (algunos de ellos de varias páginas) los miraba un poco por encima y directamente saltaba a las conclusiones. Sin embargo, cuando llegué al apartado de cálculo de trayectorias para poner en órbita los diferentes módulos espaciales (que se deberían ensamblar en la órbita terrestre para reducir costes, al igual que se está haciendo con la estación espacial internacional ISS), un interruptor se encendió en mi cerebro.

    Hay que tener en cuenta que los cohetes que ponen cargas en órbita o enviaron al hombre a la Luna no dejan de ser grandes misiles cargados de combustible con una pequeña carga en su punta… y que para calcular la trayectoria de estos misiles de largo alcance se utilizan los métodos de Runge Kutta… Sí, los métodos de Runge Kutta… Los mismos métodos de Runge Kutta que una profesora nos comentó con desgana, desmotivando a todos los presentes, y que hicieran que mucha gente se planteara cambiarse de carrera…

    Si esa profesora nos hubiera contado con pasión que con los métodos de Runge Kutta podríamos calcular la trayectoria de misiles intercontinentales o llevar al hombre a Marte, otro gallo habría cantado…